Desde que en 1º asistí a unas conferencias sobre coolhunting, el tema me eclipsó y lo ví como una buena forma de introducirme en el mundo laboral.
No se puede destacar a ningún coolhunter por sus trabajos, pero el perfil si que está muy bien definido: una persona jóven, con mente muy abierta, que esté dispuesta a viajar y vivir un tiempo fuera y que le guste andar por la ciudad en búsqueda de cosas sorprendentes y que puedan llegar a convertirse en tendencias.
¿Qué puede haber mejor? Este tipo de trabajo te ofrece la posibilidad de conocer otros lugares, otras culturas y empaparte de ellas.
Sólo hay que tener "buen ojo" y tener capacidad de decisión para discernir entre lo que puede llegar a convertirse en tendencia y lo que no. Cazar tendencias no sólo tiene que reducirse al campo de la moda, todo puede cambiar los patrones: la arquitectura, la gastronomía, los lugares de reunión o la forma de relacionarse con los demás.
Este trabajo consiste en no despegarse de una cámara fotográfica con la que capturar esos momentos y después remitirlas a la empresa para la que se esté realizando el estudio una visión particular sobre la realidad del momento.
En España la figura del coolhunter está en alza y hay varias empresas que se dedican exclusivamente a este tipo de trabajos alrededor de todo el mundo, en las ciudades más cosmopolitas y que más cambios experimentan.
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